Últimamente, he estado mirando esta imagen y contemplando su significado. Sé que muchos de ustedes responderían con, "bueno, ese es el Salvador que toca a su puerta. No hay pomo de la puerta porque tú eres el que necesita dejarlo entrar". Sí, entiendo el concepto que el artista creó cuando pintó el retrato por primera vez, sin embargo, personalmente, lo veo de manera diferente. Déjame elaborar.
Para entender mi línea de pensamiento, tendremos que alejarnos del concepto original. Para hacer esto, debe hacerse estas preguntas, ¿por qué habría una puerta sin pomo en el exterior? ¿Qué pasa si me avergüenzo o me siento débil al abrir la puerta? O ¿si siento que no hay esperanza para mí y me veo como una causa perdida? Estas fueron las principales preguntas que me hice cuando miraba este retrato.
Se enseña que el Salvador es misericordioso y amoroso y siempre no aceptará, incluso cuando caigamos, pero en esos momentos nuestros sentimientos son como cuando cometes un error y necesitas enfrentarte a tus padres, la idea de ser regañado puede ser más fuerte que la sensación de ser consolado.
En mi vida, muchas veces he orado para que alguien venga a ayudarme con mis dolores, a levantarme cuando haya caído, a estallar, a abrazarme y a decirme que todo va estar bien. Pero, no sentí a nadie allí...nadie vino...aunque la puerta estaba abierta, Él no entraría debido a las muchas oportunidades que me había dado. Me hizo sentir peor, porque según el retrato, debería haber entrado. No fue hasta mi misión donde me di cuenta de una cosa, Él ya estaba adentro, solo yo estaba en otra habitación, escondido.
Mi padre siempre dice: "o vuelves al Señor en tu tiempo o en su tiempo. Su tiempo consistiendo en grandes eventos que te impactan de regreso a Él". Ejemplos de esto serían el ángel que se apareció a Alma hijo y lo dejó muerto durante 3 días hasta que se levantó, o incluso el Señor que se apreció a Saúl. Mi padre siempre fue cortés para darme espacio cuando lo necesitaba, pero cuando sentía que necesitaba entrar en mi habitación, en esos momentos tan oscuros, él entraba y me acompañaba. Él no dudó, o esperó a que you abriera la puerta, él llegaba sabiendo que necesitaba consuelo. Mi papá ya estaba adentro, solo yo me estaba escondiendo, e incluso entonces, él todavía estaba donde estaba yo.
Como mi padre, el Salvador ya ésta adentro. ¿Cómo es posible? El pomo de la puerta está en el lado izquierdo. En el retrato no se ve, pero está ahí. Siempre había creído que no estaba entrando debido a mi comportamiento. Pero, como cuando era joven, me escondía en otro lugar, creyendo que estaba en la habitación principal. Sabía que estaba necesitado, Él sabe lo que estamos pasando, y nos comprende por completo. Él incluso entiende por qué nos estamos escondiendo, y en esos momentos es cuando Él llega a donde estamos. Él viene solo cuando sabe que realmente lo necesitamos.
En mi misión, hubo un momento, no me sentí lo suficientemente valiente como para abrir la puerta, por temor a lo que Él diría. Avergonzado y escondido en mi habitación imaginaria, sentí que alguien entraba, tranquila, sutil, y pacíficamente. Sin dudarlo, esta persona entró en la habitación donde estaba, se sentó a mi lado y me abrazó con fuerza. Fue Él. No se dijeron palabras, no se hizo ningún regaño, sino un momento silencioso de consuelo, amor, aceptación.
Aunque no era lo suficientemente valiente para enfrentarlo, entró amorosamente sabiendo que lo necesitaba. El pomo de la puerta está en el lado izquierdo por una razón; para que Él pueda irrumpir para rescatarnos de los ataques mentales del adversario. Los ataques como el que no eres lo suficientemente digno para abrir la puerta, deberías avergonzarte de ti mismo, no hay esperanza, esconderse, etc. Los pensamientos que te hacen sentir menos de lo que realmente eres, lo que hace que sea difícil mantener la puerta abierto. Esos momentos en los que preferirías ser enterrado bajo rocas que enfrentarte a Él. Los tiempos, Él lo sabe, lo necesitamos más.
Aprecio esa experiencia porque fue a través de esa experiencia donde llegué a entender completamente el amor de nuestro Salvador. Cree en lo que quieres creer, pero solo tienes que saber que hay un pomo de la puerta en Su costado y que Él nunca te abandonará. Lo sé, porque Él no me ha abandonado, y aunque aún hago un esfuerzo por mantener la puerta abierta para Él, estoy agradecido de que pueda entrar cuando realmente lo necesito.
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